Hola y bienvenidos, un día más, a Aprender Fotografía – el podcast, el programa donde os resolvemos todas las dudas y aportamos todos los consejos necesarios sobre fotografía. Soy Fran Valverde y como siempre me acompaña Pere Larrègula, fotógrafo de moda y publicidad y formador. Recordaros que estamos grabando en el Studio Lightroom, estudio profesional de alquiler para fotógrafos aficionados y profesionales. Hoy nos centramos en proporcionaros los consejos necesarios para hacer buenos retratos y conseguir con ellos transmitir el mensaje deseado.
Aprovechamos para recordaros que están disponibles nuestros cursos online. Cada día añadimos nuevos videos. Hemos añadido dos cursos más recientemente, el curso de Marketing y el de Cómo montarte un estudio en casa o uno profesional, en el que os contamos qué debería de tener un estudio profesional y un estudio para alquiler, por ejemplo. O qué debería de tener un estudio de alquiler. Queremos que ya que invertís vuestro dinero en algo, que sepáis qué cualidades debería de tener ese estudio de alquiler. Hay que vigilar también qué entra en el servicio de alquiler, porque no siempre incluye todo. No porque tenga mucho material en el estudio está todo incluido.
Recordaros que se trata de una suscripción mensual de 10 euros, que os da acceso a todos los cursos. De momento disponemos ya de seis. El mes que viene subiremos otros dos, probablemente el de Fotografía básica práctica en exteriores. En este curso básicamente se muestra cómo hacer fotografías cuando se sale a la calle, cómo medir y qué cosas hay que tener en cuenta. Como ya he comentado en otras ocasiones, en algunos cursos se alargan los temas de manera artificial de manera que algo muy sencillo parece más completo. Por tanto, en este curso nos centramos en dar unos tips sencillos para entenderlo fácilmente.
Y por otro lado, añadiremos también el curso de Flash de zapata, que nos piden muchos usuarios. Todavía no tenemos claro si será un curso o dos, seguramente sea uno con una extensión. En él veremos cómo utilizar el flash tanto en interiores como en exteriores. También trataremos algún tema más concreto como por ejemplo, cómo utilizar el flash en un evento, cómo usar el flash en un espacio reducido, interiorismo…
Estos serán los dos cursos que incluiremos en enero. Esperemos que sean de vuestro interés y sobre todo queremos feedback. Normalmente Pere es el profesor, pero el de Marketing lo he hecho yo. Así que agradecería que me dierais vuestra opinión para ver en qué podría mejorar. Los cursos que están actualmente en la web son:
Curso de iniciación a la fotografía digital
Curso de gestión de modelos
Curso de iluminación en estudio básico
Curso de Adobe Lightroom básico
Entramos con el tema de hoy. Os proporcionamos los consejos necesarios para hacer buenos retratos fotográficos. Os daremos los tips y las premisas necesarias para hacer retratos de calidad, retratos que llamen la atención. Muchas veces se oye… “es que a mí solo me sacan bien en los retratos cuando no soy consciente de que me están haciendo la foto”. En este caso te sacan en una expresión muy neutra en la que no te ves raro o divertida. Todo lo que se sale de ahí, cuesta mucho más.
Conocer previamente a la persona que se retrata
Pero precisamente los buenos retratos son los que están hechos a conciencia, es decir, cuando la persona retratada tiene claro que le vamos a hacer un retrato. Es con esto con lo que hay que jugar. Para hacer un buen retrato es importante conocer un poquito a la persona. Aunque sea unos minutos antes de la sesión, pero ver cuáles son sus expresiones faciales normales. Para ello conviene tener una conversación trivial para ver cómo sonríe, como es su expresión más seria… Y por otro lado ser consciente de que existen unos condicionantes técnicos muy importantes a tener en cuenta a la hora de plasmar esa imagen y transmitir esa imagen de una forma clara.
Para un buen retrato se juntan varias cosas. Lo primero, la actitud. La persona a la que le vamos a hacer un retrato debe querer que le hagamos un retrato. Si no lo quiere… es muy complicado. Por otro lado, tener claro cuál es el mensaje que va a tener ese retrato. Lo fácil es hacer una foto de carnet pero no queremos hacer este tipo de fotos, queremos hacer algo más.
Qué factores influyen para transmitir un mensaje en una foto
1- La luz
En primer lugar la luz, cómo será la luz en ese retrato, ésta irá asociada a cuál es la expresión. Si queremos una expresión divertida, se intentará que la luz le dé lo más lleno posible a la cara para que se vea bien la expresión. Si por el contrario queremos aportar una expresión más triste, más melancólica, jugaremos con una luz más lateral. Con este efecto permitimos que entren las sombras, que son las que transmiten más tristeza, pensamientos, melancolía… incluso agresividad. Normalmente son aspectos que no son cotidianos. Y las luces representan más temas divertidos. Por tanto, tanto un aficionado como un profesional, se debe de apoyar en éste hecho.
Por aquí tenemos un libro en el estudio sobre unos retratos que se hacían el programa de Buenafuente en el que se utilizaba el flash anular para hacer este tipo de expresiones divertidas, se trataba de fashazos, que nos da una luz frontal que nos deja ver la cara entera. Eran todos fotos divertidas de personajes famosos haciendo muecas.
No se verá una cara divertida con media cara en sombra porque se perdería la mitad de la expresión. O por ejemplo, una foto en la que se quiere plasmar mucho el atractivo de esa persona, si jugamos con las sombras perdemos este aspecto. Inconscientemente en nuestro cerebro asociamos que una persona es atractiva a la simetría de su cara. Cuanto más simétrica consigamos que se vea la cara, más atractiva va a parecer.
Por ejemplo, si sabemos que una persona tiene la nariz ligeramente torcida, y además le ponemos una luz lateral que hace que la sombra se vea todavía más, se está pronunciando más esa desviación de la nariz. En cambio si su nariz está torcida al lado derecho, y nos ponemos al lado izquierdo, esta desviación no se aprecia.
Por tanto, lo primero que hay que tener en cuenta es la luz, qué mensaje vamos a dar y escoger la luz apropiada para ello. Se puede tratar incluso de la luz que entra por la ventana, no se necesita una luz extraordinaria para hacer un retrato.
2- El aire
El segundo punto a tener en cuenta es el aire, cómo vamos a jugar con él. En un retrato siempre hay aire alrededor. Es importante evitar centrarlo excesivamente a no ser que sea frontal. En este caso se podría centrar pero habría que minimizar el aire. Lo ideal sería, si se trata de un retrato frontal, hacer un primerísimo plano, que se trata de cortar frente y justo debajo de la barbilla. Es decir, un plano muy centrado pero con apenas aire en los lados. Aquí utilizaríamos un encuadre horizontal, ya que transmiten tranquilidad. Sin embargo, los verticales transmiten más fuerza. De ahí que todos los retratos de carácter se hacen verticales.
El formato cuadrado, por otro lado, nos obliga a leer la foto sin darle interpretación, ese mensaje lo da la foto. Nos aísla un poco de la opción de tranquilidad o agresividad y todo el peso está en la expresión. Por norma general, una foto que ya dispone de carácter, cuadrada se aprecia más. En este caso en un encuadre vertical podría haber demasiada frente o demasiado cuello, por tanto pierde atención la cara. La luz y el encuadre son los que van a marcar el mensaje, el decir dónde dejo el aire, en el lado izquierdo, en el lado derecho, dependiendo de dónde esté la línea de la mirada… este tipo de cuestiones que ya tratamos en el tema de composición.
3- El fondo
Y por último, otro aspecto que se debe de tener presente es cómo vamos a hacer que se vea lo que hay detrás de la persona. Cuánto peso le daremos al fondo, o si se le va a dar. Aquí se jugará con la profundidad de campo. En el caso de que queramos hacer un retrato muy marcado y lo hagamos en la calle, habría muchos aspectos que podrían afectar al retrato y despistar la atención, habrá que jugar con profundidad de campo más pequeña. Es decir, situarnos más cerca, focales más largas y aperturas más abiertas.
Estos tres aspectos mencionados, que son independientes, pero al mismo tiempo tienen mucho que ver entre sí a la hora de obtener un buen retrato. Por ejemplo, en el caso de hacer un retrato a un niño. Primeramente ya es muy difícil conseguir que se esté quieto. Por otro lado, que ponga una buena cara también es tarea complicada. El primer tip que doy es preparar la cámara, tener preparado cuál es el fondo que va a haber. Y avisarle en el último momento. En caso de no disponer de todo preparado, se perderá una buena foto ya que mantener a un niño quieto durante un buen rato, será complicado. Sólo hay que centrarse en enfocar y encuadrar, el problema que hay con los niños es que hay poco tiempo. Así que es preferible tener un encuadre amplio y después cortar. El caso de los niños es el más difícil.
Si queremos hacer un retrato y queremos convencer de que la foto tendrá un cierto peso, lo realmente importante es cómo juguemos con la luz. Así que intentamos buscar luces más frontales. En la calle es más fácil, o ponernos con el sol posicionado a nuestra espalda o ponernos a 90 º. Si nos posicionamos con el sol a la espalda tendremos una foto limpia porque no habrá sombras, o serán muy pocas. Pero tendremos una foto buscando a cómo es la persona, no nos dirá mucho más. Será su expresión la que va a marcar la diferencia, la que nos dirá si es más divertida. En el caso de que queramos realizar un retrato que llame la atención de verdad, nos iremos a luces entre 45º y 90º, es decir, o totalmente laterales, o a 45º. Para un buen retrato la luz dura es fundamental.
Las sombras juegan un papel fundamental
Muchos usuarios tienen confusión con este aspecto de qué es la luz dura en función de parámetros un poco absurdos. Pero si se quiere hacer un retrato de verdad las sombras juegan un papel fundamental, cuanto más oscuras sean, mejor. Unas sombras muy claras, lo que hacen es ensuciar el lado de sombra.
Muchos fotógrafos se meten en un estudio para hacer un buen retrato, y se encuentran en muchas ocasiones con que quieren jugar con un ratio bajo para no alterar. En todos los libros de fotografía se indica que los hombres tienes un ratio f/1.4 y las mujeres f/1.2. Esto no es así, yo no lo comparto. Todo depende de la expresión, no hay una regla fija. No es que las mujeres admitan un ratio menor porque si no se nota muy sucia la cara. Y que los hombres lo admitan mejor porque las arrugas refuerzan el carácter. No es así, depende de la expresión. Hay expresiones que van a ser muy claras y otras que no.
Lo que yo aconsejo es que se haga con luz natural, que se practique en la calle. Se trata simplemente de posicionar a la persona que se va a retratar en un lugar y cambiar nosotros. Hacer que solo se gire en función de la luz que va a recibir. Se juega ligeramente con este aspecto, con luces de lateral a más. Porque una luz que está en perfil, nos provocará una luz muy corta en la zona de la nariz afectando incluso a la forma de la nariz. Pero si es muy grande, ya se ve que es la nariz. Si la sombra es mayor la sombra ya no se ve sucia. Ya que no se verá gris clarito, sino que se verá negra, una sombra definida. Esa es la diferencia entre la luz dura y la luz suavizada, tamizada o difusa. La luz dura proyectará sombras más densas.
Enfocar siempre al ojo más cercano
Lo ideal es tener estos tres conceptos claros y el siguiente aspecto a tener en cuenta es, enfocar siempre el ojo más cercano al plano focal, es decir, al que está más cercano a nosotros. Si la persona está girada hacia un lado, enfocar al ojo que queda más cerca. Si enfocásemos el otro ojo, la foto quedaría confusa. Y si además la profundidad de campo es pequeña, todavía sería más confusa, por tanto no daría buen resultado. Jugar con el lado abierto o con el lado cerrado quiere decir hacer la foto en el lado de sombra o en el lado de luz, es menos importante.
Lo realmente importante es que el ojo que está en el plano más cercano esté bien enfocado, nítidamente enfocado. Ya explicamos anteriormente el truco de enfocar al párpado inferior, es mucho más fácil que en el iris. No es recomendable enfocar en el iris por el tema del reflejo. Por tanto, fijar el objetivo en este ojo. Intentar que entren los dos en un retrato cuando hay un leve giro en la cara puede hasta quedar mal. Si los dos ojos están en foco puede dar la sensación de que esa persona es bizca. Cuando el ojo que está más lejos no está en foco, nuestro cerebro ignora ese ojo, no lo ve, lo salta. Intenta verlo pero al estar fuera de foco no lo percibe.
Un fotógrafo sí que lo verá, pero una persona en la calle, le enseñas una foto con este efecto y no se dará cuenta. He hecho esta prueba, incluso pintando el otro ojo de otro color y ha pasado desapercibido por completo el hecho de que uno es azul y el otro es verde. Y esto es debido a que no está en foco.
El cerebro no lo percibe. Puede que en una segunda o tercera revisión lo detectase, pero no en una primera. Es un juego que se puede practicar. Y percibiréis que mucha gente no se fija en ciertos detalles porque están fuera de foco. Cuando se juegue con este tipo de imágenes, cuanto menor sea la profundidad de campo, mejor. Olvidarse de si la nariz está enfocada, o la ceja, centraros únicamente en el ojo.
El nivel de implicación con la persona debe de ser alto
Y recomiendo jugar con la persona. Cuando se quiere hacer un buen retrato el nivel de implicación con la persona debe ser alto. O se le conoce un poco o se habla previamente sobre temas triviales para estudiar su expresión facial. Mientras se haga el retrato, volver a sacar temas triviales para que su expresión vaya evolucionando, que no se mantenga con cara de foto continuamente.
El trabajo del retratista, que aunque hago modelo y publicidad, es así como me gusta llamarme, ya que siempre me ha gustado el retrato. Cuando hago trabajos para gente medianamente conocidos suelo hacer fotos también para mí, son retratos que no acaban nunca en las revistas, las hago para mí para mi colección personal. Así como hay fotógrafos que se hacen selfies a mí me da por hacer retratos. Posteriormente se lo paso a esas personas.
Es importante decirles a las personas retratadas que quieres un registro de ella que tú ya has visto, que ya sabes que lo tiene. Que no vas a intentar nada nuevo, que no tratarás de indicarle cómo debe de poner la cara. Simplemente tu misión es tratar de hacerle evocar un sentimiento. Y esto se puede conseguir transmitiendo algo que has visto en la conversación que se ha mantenido previamente. Por ejemplo, si optas por una conversación de fútbol y se aprecia que esa persona es muy aficionada y se recrea, con tan solo recordárselo conseguirás la expresión que buscas.
Debemos tener claro que las personas hablamos mucho, pero con el lenguaje no verbal aportamos mucho más que con el verbal. A mí me gusta mucho el tema de la PNL (Programación Neurolengüística) y el lenguaje no verbal. Quizá por eso me gusta tanto el retrato, porque puedes obtener mensajes de personas que normalmente no tendrías en una sesión de fotos normal. Se puede conseguir una foto de alguien muy reflexivo, incluso de alguien con una expresión más agresiva cuando realmente esa persona es pura bondad. Ese juego es importante, si queremos hacer un buen retrato debemos implicarnos emocionalmente en el retrato. Si no, no se conseguirá transmitir nada. Hacer fotos de retratos por hacer y tener caras guapas de retratos es muy fácil. Lo difícil es hacer que una cara exprese y que con tan solo ver la foto casi incluso qué piensa. O no qué piensa pero que la intención del fotógrafo haya quedado clara.
Hay fotógrafos que tienen patrones muy claros a la hora de trabajar con el retrato y siempre buscan las mismas expresiones. A mí personalmente esto no me gusta. Tenemos el dicho éste que dice que la cara es el espejo del alma. Yo esto no lo comparto, ya que tu cara es el reflejo de cómo te sientes en ese momento. Si la persona a la que estás retratando está relajada, tendrás una foto relajada. Si por el contrario está enfadado, saldrá con una cara enfurecida. Por tanto, lo realmente importante para un fotógrafo es conseguir que haya una expresión que no tenga nada que ver con su estado anímico en ese momento. Puede que la persona retratada esté súper contenta pero a ti te interese una foto más dura, es ahí donde entra el juego con la persona.
Por esto digo, y lo comento en el curso de gestión de modelos, que es importante evocar una historia, evocar una escena. Se trata de decirle a la persona que pose que piense en algo concreto, incluso que lo haga sin mirarte al fotógrafo, para que no despiste.
Una sesión de retrato no lleva dos minutos
Una buena sesión de retrato lleva su tiempo. Yo me he pasado unas 6 horas haciendo una buena sesión de retrato con un actor. Disponía de la imagen de un actor. Siempre le hacían fotos dando una cierta imagen, y le estaba encasillado en ciertos papales en televisión, así que busqué darle otra imagen y opté por buscar esa parte tierna en él. Que se le pudiera ver como un padre de familia rodeado de niños.
Al final la expresión es la que marca el carácter de las personas. Puedes estar delante de alguien que sea muy buena persona. Sin embargo, si le conoces en un día que está molesto pensarás que no lo es, pensarás incluso lo contrario, porque la cara que estás viendo es una cara de estar molesto. Así que el fotógrafo tiene que saber jugar con eso, no solo hace la foto y dispara. En el caso de los actores es mucho más importante que en otros casos, hay que guiarlos por todo, sino su rango es estándar. Los conocen muy bien. Tienen muchos rangos de expresión, sobre todo los de teatro, pero es fácil que los fuercen demasiado y no sean creíbles porque están acostumbrados a trabajar en una escena y en una escena la expresión va cambiando. Sólo se capta un instante muy pequeño.
Por tanto es muy importante jugar con el diálogo. Repito una vez más, si queremos hacer un buen retrato debemos implicarnos emocionalmente, qué queremos transmitir. Si esa persona es feliz, tiene inquietudes, si esa persona piensa… Ahí intervienen también otros factores pero lo realmente importante es que la expresión sea la correcta, la adecuada para el tipo de luz, el encuadre, el fondo, la profundidad, etc. Incluso puede afectar mucho el plano. Si el plano es ligeramente picado, contrapicado, recto… afectará. Un plano picado hará los ojos mucho más grandes de lo que son ya que están más cerca del plano.
Por ejemplo, con personas que tienen los ojos más achinados o más cerrados, haciendo que baje la barbilla un poco más de lo normal, si nos tiene que mirar, le estaríamos obligando a que los abriese un poco más, consiguiendo de esta forma el efecto que deseamos. Son cosas de sentido común. Se puede hacer la prueba. Intentar hacerlo frente a un espejo, mirarse levantando la barbilla y hacer la misma foto bajando la barbilla. Se apreciará claramente que los ojos se ven más grandes. No solo porque nos estaríamos obligando a abrirlos más sino porque además están más cerca del plano y por profundidad y perspectiva parecen mayores.
Dónde situarse para hacer las fotos
Otro punto importante cuando hacemos un retrato es no estar muy cerca a la persona porque eso no se trataría de un retrato sino de una macro. Por un lado, si la persona no está acostumbrada a que le hagamos fotos, se va a sentir mucho más intimidada. Sentirá que se está intentando entrar en su espacio personal. Aunque esto no tiene nada que ver con hacerle un retrato de un primer plano. Se le puede hacer con un 100 mm desde lejos.
El estar cerca quiere decir que se utilizará una focal corta. En este caso tendríamos dos problemas. Uno, que estás encima de la persona y se siente agobiada. Y segundo, y todavía más importante, es que se deformaría por perspectiva. Se vería la nariz mucho más grande que el resto de cosas. Esto me recuerda a las fotos de móvil de mi hijo porque son tomadas a un metro de distancia, y yo que tengo nariz, se me ve tres veces más grande.
Hay que ganar distancia y cuanta más mejor, olvidémonos de la focal, cuanta más distancia mejor. Pero sin pasarnos porque nos tiene que oír. Tampoco nos vamos a ir cinco o seis metros más para atrás pero sí dos o tres. Ésta es una distancia en la que no se perdería resolución ya que los objetivos tienen mucha resolución a una distancia corta como la que hemos indicado. Además estaremos trabajando entre 70 y 130 mm, que es bastante habitual. La media está entre 85 y 100 mm en los retratos. Lo importante es no bajar nunca de 70 mm, entre 70 y 85 mm sería el límite bajo. Tampoco es conveniente irse lejos porque no interesa subir el tono de voz, sino tener un tono de conversación agradable. Si se pretende enfurecer a la persona con subir la voz se conseguiría. Por tanto se trata de utilizar un tono agradable. Y se rompe con lo que comentábamos al principio, con esa sensación de agobio, de estar encima y poner cara de foto sí o sí.
Seguramente que os ha pasado muchas veces el intentar hacer una foto a una persona que os parece interesante, muy atractiva y dice que no es fotogénico. A este tipo de personas es a los que a mí me gusta hacerles las fotos. A los que creen no verse bien nunca ya que lo interpreto como un reto personal. Por tanto, conseguir una foto en la que esa persona se encante, personalmente es un exitazo, ya que eres consciente de que nunca está conforme con las fotos que les hacen. Hay que jugar con su psicología, con cómo se siente esa persona para que luego se identifique en la foto.
Un último consejo, intentar que la expresión cambie de forma radical en el momento de la sesión, es bueno porque relaja a la persona. Si se busca una expresión muy seria y se lleva un rato trabajando esta expresión, es conveniente de repente decir algo gracioso, o hacer alguna mueca como suelo hacer yo, ya que no se lo esperan y se ríen. De esta manera se relaja y se vuelve a entrar en el juego de una forma más fácil. Se trata de generar un mínimo de empatía a la hora de plantear un buen retrato. Es ahí donde se verá la conexión con el fotógrafo.
Como ya hemos comentado, una sesión hay que plantearla con tiempo. Se puede hacer una sesión de retrato de forma casual en dos minutos. Esto suele pasar en el mundo de la moda donde te encuentras con personas muy atractivas y hacerles una foto buena es fácil. Y además son conscientes de cuáles son las expresiones que venden. Pero yo en estos casos es donde intento sacarles de su registro, igual que con los actores. Pero con amigos y conocidos, se debe de buscar esa complicidad que ya tienes y con la que puedes jugar. Y si no se le conoce de nada intentar buscarla, esto forma parte del trabajo real del fotógrafo.
Cuando se vaya a hacer una sesión de retrato, normalizar la situación. Que la persona no se sienta intimidada, si se está posicionado un poco lejos esto es más fácil, y si se tocan temas triviales todavía más, como ya hemos comentado.
Hemos lanzado unos cuantos consejos y todos muy interesantes. Os invitamos a pensar sobre ello y cualquier duda que os haya surgido o surja posteriormente, no dudéis en hacérnosla llegar. Cuando hagáis sesiones comentarnos qué consejos necesitáis o si tenéis alguna dificultad técnica para que podamos ayudaros.
Hasta aquí el programa de hoy. Muchísimas gracias por estar ahí. Como siempre os decimos, si os gusta nuestro trabajo y queréis ayudarnos a darle difusión, y que más gente se enriquezca, agradecemos mucho una reseña de 5 estrellas en iTunes, un comentario o un “me gusta” en iVoox.
Muchísimas gracias y hasta el próximo programa.
Una vez más, recordaros que ya tenemos los cursos online en marcha.
Aquí podéis ver el contenido de cada uno por separado:
Curso de iniciación a la fotografía digital
Curso de gestión de modelos
Curso de iluminación en estudio básico
Curso de Adobe Lightroom básico
Como siempre, os recordamos que Studio Lightroom es un espacio de alquiler para el fotógrafo aficionado y profesional. Ofrecemos tanto el alquiler del espacio, un estudio bañado por luz natural, cómo alquiler de material fotográfico.
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