Partiendo de la base de que estoy convencido que se puede trabajar perfectamente en estudio con las actuales mirrorles yo creo que en este tipo de fotografía pierden gran parte de las ventajas que ofrecen, como su  menor peso o la información que te muestran en pantalla. En un estudio no tienes que estar cargando con la cámara encima en todo momento como sí tienes que hacer en salidas a la naturaleza o eventos al aire libre, y al estar en un entorno controlado sin grandes modificaciones repentinas de luz una vez que has configurado la cámara para un disparo ya no necesitas estar cambiando los parámetros continuamente.

Por el contrario pierdes poder conseguir una menor profundidad de campo frente a las fullframe, la posibilidad de usar objetivos específicos como descentrables (salvo adaptadores) y sobre todo la tranquilidad que te da utilizar un sistema muy consistente con infinidad de ópticas de calidad probada. No veo ningún motivo importante que haría cambiar a un profesional su equipo por una mirrorless.

Y te lo dice alguien que tiene una y más que contento con ella, pero cuando te estás jugando los cuartos no tomas decisiones tan alegremente como lo hacemos los aficionados.