Podcast – “Aprender Fotografía”

171. Nuestras manías fotográficas


Hola y bienvenidos, un día más, a Aprender Fotografía – el podcast. Soy Fran Valverde y como siempre me acompaña Pere Larrègula, fotógrafo de moda y publicidad y formador. Recordaros que estamos grabando en el Studio Lightroom, estudio profesional de alquiler para fotógrafos aficionados y profesionales, ya sabéis que podéis alquilar aquí vuestros equipos. Hoy queríamos hacer un programa diferente, no queríamos tocar un tema en concreto. Así que hemos pensado en dedicar el programa a nuestras manías fotográficas.

Esto me recuerda al portero Pepe Reina, que salió no hace mucho en televisión explicando el ritual que él hace cada vez que tiene un partido. Consistía en un ritual bastante largo. Nos preguntamos si vosotros, los oyentes, también tenéis algún ritual antes de empezar a hacer las fotos, mientras las estáis haciendo o bien después de hacerlas, y en qué consiste.

Fran nos comenta que aquí en el estudio tienen algunas manías. Su compañero siempre desenchufa el cable de las cámaras, generadores, cargadores… de todos los generadores. Y guarda por un lado el cable, por otro el transformador y por otro la cámara. Lo que hace que Fran se vuelva loco buscando, ya que posteriormente los guarda en armarios diferentes. Yo lo que suelo hacer es enrollar el cable en el cargador. Aunque no es recomendable, no es bueno debido a la conexión, ya que hay una cierta tensión.

Por otro lado, los Profoto disponen de unos palitos en la parte superior que van a rosca, y van muy bien para mover hacia arriba o hacia abajo los flashes, también los quita. Aunque siempre los guarda en el mismo sitio. Así que éstas son unas de las manías que tenemos aquí en el estudio.

Yo tengo que reconocer que tengo muchas, con los años te vuelves más maniático. Una de ellas es que nunca puedo dejar la cámara de lado, siempre tengo que apoyarla sobre el display, es decir, con el objetivo posicionado hacia el techo. Sobre todo lo hago para que no sufra la bayoneta pero es algo obsesivo. Si veo una cámara que no está en esa posición, la pongo así, independientemente de que sea mía o no. Y no solo eso, sino que, al que la ha dejado así, le riño. La goma del ocular evita que resbale en una mesa, sin embargo de la otra manera podría resbalar ya que se trata de plástico tocando con plástico.

Otra manía que tengo es la de desmontar los objetivos cuando guardo la cámara. Soy incapaz de guardar una cámara en la bolsa sin desmontar el objetivo. Sobre todo por impactos, por si se cae la bolsa, que en este caso sufriría el objetivo y la cámara.

Otra de las manías fotográficas que tengo es poner siempre los objetivos en la bolsa con la parte interior hacia arriba. El motivo es que la de abajo si recibe un impacto y se rompe, se puede cambiar. Pero si es la bayoneta lo que se rompe, la reparación es más cara. Estas manías tienen sentido ya que se trata de proteger el equipo. Pero también tengo otras que tienen menos sentido.

Por ejemplo, tengo una cámara con diecinueve puntos de enfoque de precisión pero solo uso el central. Hace muchos años que me acostumbré a enfocar solo en el centro, enfoco y encuadro. Alguna vez que se me va y me doy cuenta, lo cambio. El único caso en el que uso el de arriba es en pasarela.

Por otro lado, mi manía del enfoque, la postura que tengo, el cómo me pongo, ha llegado a ser obsesivo. Tal y como comenté en el programa anterior, tengo obsesión por el enfoque.

Fran nos comenta que una de sus manías es la configuración de la cámara, que la configura a su gusto pero no deja de ser una manía. Una manía justificada tiene un sentido. Las manías no suelen estar justificadas. Por ejemplo, en mi caso el tema de los puntos de enfoque no está justificado, no tiene sentido. La diferencia de precio de unas cámaras a otras en parte se basa en esto, y yo no lo estoy aprovechando, o lo hago muy poco.

Otra de mis manías fotográficas está relacionada con las baterías. Aunque tenga una batería al 96% de autonomía, la vuelvo a cargar. No pasa nada por hacerlo porque sonde litio y se supone que no se estropean. Soy incapaz de salir de casa con las baterías si no están al 100%. Aprovechando que sale este tema, vamos a comentar qué duración media tienen las baterías con las que hemos trabajado. En la 1DS Mark IV he cambiado las baterías hace un año y medio, así que más o menos cada cinco años. En el estudio también las cambiamos más o menos cada cuatro o cinco años. En el estudio por el tema del alquiler tiene un uso intensivo. Y en mi caso también. Últimamente me estoy dando cuenta de que las nuevas baterías empiezan a descalibrarse antes.

Ya que se trata de un programa con temas varios y que sale este tema de las baterías, vamos a comentar el tema de obsolescencia programada. Hemos llegado a detectar que en algunos dispositivos, móviles… existe la obsolescencia programada por software. En algunas cámaras como la Canon Mark IV, la 5D Mark III, 5D Mark IV… no se pueden utilizar baterías que no sean de la marca Canon. Y no nos referimos a baterías piratas, sino a baterías que no son Canon, la cámara no las admite. Sin embargo, en la serie 1 no pasa, en la 1DX creemos que tampoco, aunque no estamos seguros.

En las dos que yo tengo, una de hace diez años y la otra de hace unos 8 años esto no pasa. Yo tengo una batería de repuesto clónica. La compró mi socio hace muchos años y no se atrevió a usarla, sin embargo yo la utilizo, aunque su duración es la mitad. Si te fijas en las especificaciones ves las diferencias. Pero te puede sacar de un apuro y su precio es un tercio del original. Las baterías de mis cámaras son carísimas.

Volviendo sobre el tema de la obsolescencia programada, lo que comentábamos fuera de micro, algunos fabricantes generan obsolescencia programada haciendo que, procesos habituales al cambiar de versión del sistema operativo los complique con características específicas del nuevo procesador del nuevo equipo. Es decir, un cálculo muy específico que en el antiguo equipo duraría muchísimo, en el nuevo no porque está preparado para ello, puesto que es específico para este sistema operativo. De forma que, si el proceso es lento, está haciendo que el equipo vaya más lento cuando actualizas una versión antigua.

La denuncia viene por esto mismo, por actualizar versiones aprovechando defectos de procesadores antiguos para hacer que vaya más lento y los usuarios cambien de móvil.

No sé sabe todavía si la denuncia ha prosperado. Sabemos que la acaban de poner pero en Estados Unidos estos temas van rápido, no es como aquí. La demanda no se tiene que basar en una ley, sino que se va creando jurisprudencia a través de las demandas.

De todas formas, yo creo que esto siempre se ha venido haciendo, pero en los últimos años, con los últimos modelos los cambios han sido muy notables. Las evoluciones de los procesadores de los equipos, por ejemplo en Intel vamos ya por el número 7, pero lo que es la evolución en la arquitectura no ha cambiado en los últimos diez años. Las diferencias son muy pequeñas en las mejoras de procesador. Pero constantemente los equipos requieren más, de forma que algo hay en el sistema operativo que cambia y nos obliga a esas migraciones.

En los ordenadores cada vez pasa menos. Los usuarios eran tan sensibles a esto que no actualizaban el sistema operativo, y esto al fabricante no le interesa. Así que lo están haciendo en los teléfonos móviles que es el mercado más sensible hoy en día. Hay muchos más móviles que ordenadores.

En el caso del iPhone 7 por ejemplo, que solo tiene un año y medio, y ya va lento. La última actualización de software ha sido un desastre. Sin embargo en Android ha sido al revés, probablemente porque el sistema operativo lo que intenta es condicionar menos, ya que hay más fabricantes detrás. En Apple es escandaloso, yo tengo un Apple tv que directamente ya ha dejado de funcionar. Hasta hace unos días funcionaba pero ahora ya no. Te llegas a preguntar qué han hecho en el cambio de sistema operativo, y llegas a la conclusión de que lo han hecho obsoleto.

Esto lo que hace es perjudicar al propio fabricante ya que, por ejemplo, Google Chrome le está cogiendo mercado al Apple TV. En el caso concreto del Apple TV, no soy el único al que no le funciona. Muchos estudios teníamos el Apple TV para enviarnos música al equipo de música, a la televisión, videos… mientras estás en una sesión. Era muy útil. Pero está claro que si siguen estos problemas, muchos usuarios optarán por la opción de Google Cast.

Os invitamos a cualquier tema de este tipo, parecidos o relacionados, que nos los comentéis porque son temas con mucha relevancia que conviene tratar.

Volvemos sobre el tema de nuestras manías fotográficas. Otra que podemos añadir a mí lista de manías es llevar siempre mucho más de lo que necesito. Y está claro que es una manía. Porque soy completamente consciente de que no voy a utilizar el segundo cuerpo de cámara y sin ir más lejos, hoy me lo he traído. Y además sabiendo que tú aquí dispones de equipo. No tenía necesidad de traerme ni objetivos, ni segundo cuerpo… Y para colmo, he hecho toda la sesión con el mismo objetivo.

Fran también es de los que va súper cargado cuando va a hacer fotos. Creemos que esta manía es un tema general en los fotógrafos. Cuando salimos a la calle también nos pasa. En mi caso cuando salgo a la calle en un cuerpo llevo el 50 mm y en el otro llevo el 300 mm o el 70-200. Sigo yendo cargado pero no de la misma manera. Y posteriormente compruebo cuántas fotos he hecho con el 50 mm y puede que haya hecho tan solo cinco fotos. Por lo que me podría ahorrar la cámara y el objetivo. Ya que, cuando voy a hacer fotos en plan robados, todo lo hago con el 300 mm.

De todas formas, en este programa estamos comentando las nuestras manías fotográficas pero no queremos decir que no haya que tener manías, ni mucho menos. A no ser que sean patológicas, claro. Como por ejemplo dar tres vueltas a la manzana de espaldas cada vez que se vaya a hacer fotos.

En mi caso el tema de que la cámara esté posicionada de tal forma que el objetivo no mire hacia el techo, puede que me lo tenga que hacer mirar. Tampoco puedo ver una correa que cuelgue de la mesa. La cinta y la correa tienen que estar enrolladas en la cámara. Yo he tenido siempre mascotas en casa, y una correa colgando es perfecta para que el gato vaya y se cuelgue. Y si se cuelga, la cámara se cae. Y lo mismo pasaría con niños pequeños en casa. Con una cinta colgando es muy fácil que alguien tropiece y la cámara vaya al suelo.

Otra de mis manías es que nunca llevo la cámara colgada en el cuello. Aunque tengo dos razones para ello. Por un lado, que hace sufrir al objetivo, debido al movimiento al caminar. Y por otro lado, que son muy pesadas, por lo que puedes acabar con las cervicales muy fastidiadas. Recordamos los accesorios de cintura que salieron en su día, Fran comenta que estaban muy bien. Yo personalmente soy más de correa pero en el hombro.

Tampoco sé estar sin la pera de aire, es otra de mis manías. Hace que no la uso semanas pero tengo obsesión por llevar la pera en la bolsa. Y no solo la pera, sino también los paños de microfibra, que nunca los uso. Siempre hago el proceso en casa.

Es curioso también que no tengo las mismas manías cuando voy a hacer fotos para mí, que cuando voy hacer fotos por trabajo. Cuando las voy a hacer para mí, no me las tomo tan en serio.

Pero cuando voy a hacer una sesión sí que tengo algunas manías antes de empezar una sesión. Por ejemplo, necesito unos minutos previos de meditación, de concentración, relajación… Casi siempre suele ser con un cigarrillo. Durante este tiempo ni abro la bolsa, no la abro hasta que no ha terminado mi proceso.

El proceso es siempre el mismo, me tomo un café mientras me tomo un cigarrillo. Durante ese tiempo no existo, no abro la boca, estoy conmigo mismo. Éste es mi ritual antes de empezar una sesión.

Fran nos comenta que en su caso lo que suele hacer es visualizar las cosas a tiempo real. En el caso de los podcasts por ejemplo, siempre lo tiene todo preparado y muy organizado. Intenta seguir un proceso lógico que posteriormente le ahorra un montón de problemas. No concibe llegar a una sesión y que alguien se haya dejado un cable, por ejemplo. Se trata de hacerse mentalmente una checklist.

En mi caso, algunas veces, estoy en casa antes de salir con todo ya preparado, y vuelvo a abrir la bolsa comprobando si he preparado todo. También me tengo que pegar una ducha, independientemente de a qué hora sea la sesión, si es por la mañana o por la tarde. Así que el proceso sería, hacer la checklist, ducha, me tomo el café, aunque sean las 20:00 h. Es decir, preparar, ducha, café, revisar y salgo.

Creo que el tema de la ducha también es una manía porque pienso que si no me pego la ducha puede que no esté tan fresco, que no tenga las ideas claras. Sobre todo si la sesión es a las 16:00 h, que he terminado de comer no hace mucho y me empieza a entrar el sueño.

Con el tema de las correas, éstas deben de ser simétricas. Si cae un poco más de un lado, las tenemos que poner rectas. Cuando yo me la cuelgue en la espalda, el nombre del fabricante no se tiene que leer, los pongo boca abajo.

Al estudio nos llegan mucha cámara de alquiler que han trabajado para video y las correas están fuera. Las suelen quitar porque molesta.

Otra manía que yo tengo es llevar el fotómetro siempre. Y no lo saco nunca de la bolsa porque en exteriores lo uso muy poco.

Otra es llevar la bolsa llena de gadget absurdos como por ejemplo los bastoncillos para limpiar el objetivo o el metanol.

Hasta aquí el programa de hoy con nuestras manías fotográficas. Os recordamos que empezamos el año con fuerza, el día 15 tendremos nuevos cursos online, el de flash de zapata y de iniciación a la fotografía básica en exteriores. Nos tenéis que contar qué le habéis pedido a los Reyes Magos en cuanto a fotografía. Seguro que los Mark están en la lista de muchos.

Se me olvidaba comentar que en el programa anterior un oyente comentó que tenía una relación amor odio con Sigma. Quería comentar que en mi caso esta relación amor odio es con Tamron ya que me dio problemas una vez un objetivo y desde entonces le cogí manía. Sobre los Sigma, Fran apunta que no puede decir nada malo de ellos.

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Una vez más muchas gracias por escucharnos y ¡feliz año nuevo!

 

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