199. Aclaraciones legales sobre fotografía de bodas | Aprender Fotografía

Hola y bienvenidos, un día más, a Aprender Fotografía – el podcast. Soy Fran Valverde y me acompaña Pere Larrègula. Hoy estamos en el episodio 199 donde hablaremos sobre algunas aclaraciones legales que afectan al contrato para reportajes de bodas. Estamos ya a las puertas del programa 200. Aún estáis a tiempo de lanzar vuestras preguntas para el episodio 200 a través de nuestro canal de Telegram:

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Recordaros también que tenemos montada una plataforma de cursos online para fotógrafos, con conceptos muy básicos hasta más avanzados. Actualmente tenemos disponibles nueve cursos, de diez lecciones cada uno. Cada mes colgamos de uno a tres cursos.

La suscripción a los cursos es de 10 euros al mes, da acceso a todo el contenido y se pueden ver tantas veces como se desee. No hay restricciones de contenido ni distintas cuotas. Os podéis dar de baja cuando queráis.

Los cursos que están actualmente en la web son:

Curso de iniciación a la fotografía digital

Curso de gestión de modelos

Curso de iluminación en estudio básico

Curso de Adobe Lightroom básico

Curso básico de marketing para fotógrafos

Curso de cómo montar tu propio estudio fotográfico

Curso de flash de zapata

Curso práctico de iniciación a la fotografía digital

Curso de retrato de carácter

Hoy traemos un tema muy interesante que también se ha estado comentando en Telegram: el contrato para reportajes de bodas. Abordaremos las principales cuestiones legales y os daremos algunos consejos.

El estilo del fotógrafo

Los reportajes de boda son un negocio muy lucrativo para los fotógrafos, sin necesidad de cobrarlos a precios desorbitados. Si os planteáis convertiros en fotógrafos de boda, lo más importante a tener en cuenta es que los novios tengan muy claro lo que les ofrecemos: cuál es nuestro estilo y qué tipo de fotos vamos a hacer.

Si bien es cierto, hay un tipo de fotografías que siempre nos demandarán. Las fotografías de rigor, como, por ejemplo, fotografías de los anillos. Si como fotógrafos preferís dedicaros a un trabajo más creativo, la solución es llevar uno o dos ayudantes para que se ocupen de realizar estas fotografías que tendrán que hacerse sí o sí. Así, podréis centrar vuestro trabajo en otro tipo de escenas.

La relación con los novios

¿Qué hace que una boda sea diferente? La relación que se cree entre el fotógrafo y los novios.

Para hacer un buen reportaje de bodas es importante hablar mucho con los novios. Saber cuáles son sus hobbies, qué cosas les motivan, cómo de nerviosos están, quién tiene la voz cantante en la organización del evento, etc.

Hay que intentar conocer cuál es su forma de pensar en cuanto al reportaje. Muchas veces ni ellos mismos se lo han planteado. En este caso, debemos hacer que reflexionen sobre ello. Así sabremos nosotros qué es lo que quieren y si podemos dárselo. Debemos ser honestos con esto y si hay algo que no podemos realizar, por la razón que sea, dejarlo claro desde el primer momento.

Controlar el timing: gestión de equipos de trabajo

Una vez tenemos claro lo que los novios esperan de nuestro trabajo, es muy importante hablar de los tempos: cuándo se maquilla la novia, cuándo se viste y dónde, cuándo el novio, la distancia, etc.

Ellos normalmente no controlan estos timings, los descuidan bastante, y pueden ser extremadamente cambiantes hasta el último momento. Tendréis que ser capaces de adaptaros a ello. Para conseguirlo es necesario tener toda la información previa posible, por lo que habrá que cerrar estos detalles desde el principio.

En el curso presencial de fotografía de bodas que hicimos en el hotel, esta visión organizativa fue uno de los pilares a tratar. Muchos fotógrafos carecen de ideas de cómo gestionar estas cuestiones de organización. La clave está en aplicar conocimientos de gestión de equipos de trabajo.

Maquetación del álbum

Nuestro consejo a la hora de confeccionar el álbum es que realicéis un número muy superior de fotografías al que vais a entregar posteriormente. Esto es más fácil hacerlo cuando no se trabaja individualmente, sino que se lleva algún fotógrafo más como ayudante.

No es una cuestión de disparar en ráfagas, sino de captar diferentes puntos de vista de la misma situación. Esto se debe a que, a la hora de seleccionar las fotografías, lo que a ti como fotógrafo te parece divertido, al novio puede parecerle comprometido y viceversa.

Lo mejor es entregar un set de fotografías superior al que se entregará finalmente, en baja resolución y con marca de agua. Los novios seleccionarán las que quieran incluir en el álbum, en un plazo previamente acordado, y de esta forma evitaréis que a los novios no les gusten las fotos elegidas por vosotros.

En cuanto al resultado final, unas cuestiones a tener en cuenta:

Aplicar los retoques mínimos a las fotografías. Si los novios os piden retoques extra deberíais cobrarlos aparte.
Aseguraos de que todas las fotografías seleccionadas pueden imprimirse en un tamaño mínimo de 30×20.
Recordad que lo que más se demanda del álbum es que las fotografías sean limpias y se vean bien.

Teniendo esto en cuenta, ya podéis aportar vuestra visión creativa en la maquetación del álbum, pero sabiendo que las fotografías escogidas son las que quieren los novios que aparezcan.

Contrato para reportajes de bodas

Al redactarlo, lo mejor es que lo revise un abogado para evitar cláusulas ambiguas o abusivas que puedan ser anuladas en caso de presentarlas ante un juzgado.

La principal consideración que debería tener todo contrato de reportaje de bodas o cualquier otro tipo de reportaje es la identificación de los contratantes. Habrá que especificar nombre, documento de identidad y domicilio (en estos casos, el presente y el futuro domicilio) tanto del fotógrafo como de los clientes, los novios. Así, si hay algún tipo de reclamación a posteriori, sabremos dónde localizar a los implicados.

Las cláusulas esenciales de un contrato para reportajes de bodas son:

1. Términos generales

Se incluyen todos los componentes generales del contrato con el que las partes firmantes están de acuerdo:

- Realización de fotografías previas al enlace y durante la ceremonia.
- Si se realizará un reportaje específico al acabar la ceremonia litúrgica, antes del banquete.
- Si se harán fotos durante el cóctel a los invitados o al catering.
- El baile y el inicio de al fiesta. Será necesario determinar cuánto tiempo estaremos trabajando en esta parte del evento. Lo habitual es estar hasta 30 minutos después de que se inicie el baile, aunque esto es una decisión personal.
- Qué se incluye en el servicio además del reportaje: el editado de las fotografías seleccionadas.
- Cuántos fotógrafos van a estar y cuál será su función.
- El número mínimo de fotografías que se entregarán a los novios. Un álbum digital suele contener entre ochenta y cien fotografías. Sin embargo, siempre está bien entregar un juego extra de fotografías de familia e invitados para que los novios las distribuyan. Hay quien incluye este servicio en el precio total y hay quien lo cobra aparte.
- Incluir que como fotógrafos, hemos enseñado a los clientes el trabajo que hacemos y están conformes con el estilo.
- Características del trabajo en sí: tiempo total que emplearemos en cubrir el evento. Si se amplía el horario, implicará un sobrecoste que hay que indicar. O, si se decide no cobrarlo, debe constar como tiempo regalado a los novios.
- En qué soporte se entregarán las fotografías.
- Si está incluido el transporte del fotógrafo o si tiene un precio extra por kilometraje.

2. Dónde se celebra y las horas de trabajo que se estiman inicialmente

3. Lugares en los que se realizarán fotografías

Hay que tener en cuenta dónde debemos estar y en qué horarios. Estos son estimados hasta que se cierra el planning una semana antes del enlace. Si los cambios suponen un desplazamiento extra o la necesidad de un segundo transporte, deberá determinarse un sobrecoste.

4. El precio

Nuestra recomendación es que los pagos se hagan vía transferencia o, en su defecto, en efectivo a cambio de recibo. Los plazos ideales son: un 20% al firmar el contrato, un 30% un mes antes del enlace y el otro 50% el día del enlace.

De esta forma te garantizas que no vas a perder el día que reservas para el evento. En caso de que el trabajo no se llevara a cabo por parte de los novios, la señal del 20% no se devolvería.

Del mismo modo, se tienen que establecer una cláusula y multa por si el fotógrafo no se presenta. Así, las responsabilidades del contrato recaen sobre ambos, el cliente y el fotógrafo. Además, es una forma de dar confianza a los clientes.

Deben especificarse los servicios de edición incluidos en el precio total del reportaje. Lo normal es incluir el retoque básico: corregir iluminación y disimiular pequeñas imperfecciones temporales. Si se requiere otro tipo de retoques, una tarifa bastante económica serían 20 euros por fotografía retocada. Un retocador podría cobrar hasta 100 euros por ese trabajo, por lo que no es descabellado.

Por último, si los clientes quieren adquirir más fotografías de las contratadas, siempre hay que especificar a qué precio se cobrarán. Al considerar el precio, hay que contemplar que nos sea rentable de acuerdo al trabajo realizado y el trabajo de edición que requieren.

La forma más adecuada de expresar el precio total del reportaje en el contrato es mediante números y letras, contemplando que habrá impuestos aplicables en el momento de la facturación. A este tipo de servicios se le aplica un 21% de IVA.

5. Variación del tiempo de servicio contratado

Si hay que hacer horas extras porque se alarga la boda, hay que especificar cuánto se cobrará por cada hora extra.

6. Derechos de imagen

Esta cláusula es una de las más importantes. Os facilitamos el texto literal que debería incluir:

Los contratantes autorizan, sin derecho a contraprestación alguna, expresamente al fotógrafo la exposición de sus fotografías en la pagina web de la empresa que fotografía o profesional fotógrafo, así como escaparates, exposiciones, certámenes, concursos, publicaciones en libros, cesión o venta a terceros de las fotografías tomadas el día de la boda y en las que aparezca cualquiera de ellos, excluyendo al resto de familiares e invitados salvo autorización expresa de los mismos.

La venta a terceros se puede obviar si no lo creéis necesario, pero es importante que esta cláusula esté bien redactada. Es una forma de evitar que os denuncien por utilizar las fotografías realizadas. Y tendréis que utilizarlas si queréis vender vuestros servicios para otros eventos. Lo que te vende como fotógrafo de bodas son las fotografías de bodas que hayas realizado, por lo que tendrás que exponerlas.

7. Propiedad de los archivos digitales originales

Esta cláusula es imprescindible. Los archivos digitales originales son propiedad del fotógrafo. La entrega de las fotografías no implica la transmisión de alguno de los derechos inherente al fotógrafo como autor de las mismas.

Es especialmente importante incluirla si haces fotos a un personaje conocido, porque luego pueden vender las fotografías y que tú no recibas ningún beneficio por los derechos de autor.

8. Prohibición de reproducción

De acuerdo con la Ley de Propiedad Intelectual, si los clientes quieren publicar la boda tendrán que pagar los derechos. Un ejemplo de esta situación puede ser que vuestros clientes monten una empresa de wedding planner y utilicen vuestras fotografías.

El fotógrafo se reserva el derecho de explotación así como el derecho reconocido de los autores y realizadores que están incluidos en la Ley de Propiedad Intelectual.

Para mayor seriedad y para evitar confusiones si tenemos que defendernos frente a un juzgado, lo correcto sería indicar e incluir los artículos de la ley a la que nos referimos.

9. Distribución o utilización de las fotografías

Las fotografías sólo se podrán distribuir en el caso de autorización expresa y por escrito del fotógrafo y contando con un contrato anexoque habrá que celebrar, según la actividad para la que se utilicen.

10. Derecho a la propia imagen de los clientes

Esta cláusula es otra de las más importantes. Los clientes firman que ceden los derechos de imagen de ellos mismos y que son ellos los responsables de los derechos de imagen del resto de personas que aparecen.

11. Gastos que pueden incurrir los fotógrafos y sus desplazamientos

En cuanto a los desplazamientos, por norma se incluyen los desplazamientos dentro de la ciudad y que no superen los 50 km en total, contando ida y vuelta, desde donde tenga la sede o el estudio el fotógrafo.

Estos desplazmientos se deben realizar en un solo vehículo. En caso de que sea necesario un segundo vehículo, implicará un coste extra. El precio estipulado por desplazamientos ronda entre 0,35 y 0,37 euros el kilometraje extra. Los podéis buscar en internet porque estas tarifas están tasadas. Además, habría que sumar los gastos de peaje si los hubiera.

Dentro de los gastos también se contemplan las dietas. En muchos hoteles hacen precios especiales para el cubierto de los fotógrafos. Pero normalmente los fotógrafos comen como los demás invitados. Tened en cuenta que si los fotógrafos tienen que salir a comer porque no tienen menú, no habrá fotos del evento durante ese tiempo.

12. El incumplimiento

Esta es otra cláusula imprescindible. En caso de que no se realice el reportaje por motivos personales del fotógrafo, habrá que indemnizar a los novios como mínimo con todo el importe cobrado hasta la fecha. Y, en la mayoría de las ocasiones, la indemnización suele ascender a más cantidad.

En la firma del contrato, el fotógrafo especifica que reservará el día y el equipo necesario para llevar a cabo el reportaje. En caso de incumplimiento por parte de los novios el mismo día del enlace puede requerir que se abone hasta el importe total del servicio. Si se cancela antes, aunque sea el día antes, se cobrará el 50% hasta entonces abonado.

No os recomendamos hacer una boda solos, porque en caso de que tuviérais que ausentaros por cualquier razón, por ejemplo enfermedad, os enfrentáis a tener que indemnizar a los novios.

En esta cláusula de incumplimiento deben quedar claramente indicados los plazos para rescindir el contrato y los costes de indemnización que conllevará según la situación.

A estas cláusulas, hay que añadir dos obligadas por ley:

13. Protección de datos

14. Fuero aplicable

En caso de duda, el fuero aplicable será vuestra ciudad de residencia, para no tener que desplazaros a otro sitio en caso de tener que acudir a juicio.

Si se va a hacer vídeo, es imprescindible añadir la siguiente cláusula sobre la música:

El vídeo de la boda no incluirá música salvo que se solicite expresamente. Los clientes dejan constancia en la firma del presente documento que adquirirán las autorizaciones y permisos correspondientes por parte de los autores o las entidades de gestión para utilizar la música en su vídeo de bodas.

El contrato tiene que estar firmado en todas las hojas por parte de todos los intervinientes.

Con estas indicaciones no deberíais tener problemas para confeccionar un buen contrato para reportajes de bodas. No facilitamos el documento original por respeto a los que acudieron y abonaron el curso presencial de reportajes de bodas.

Recordad que os debe asesorar un abogado. Los temas legales son delicados porque una cosa es lo que dice la ley y otra si existe jurisprudencia al respecto. Mejor contar con la revisión de un especialista. Próximamente nos gustaría hacer un programa especial sobre cómo afecta la ley mordaza, al mundo de la imagen.

Y recordad que podéis lanzar vuestras preguntas en Telegram para el próximo programa, ¡el número 200!

Os recordamos los dos canales de Telegram: